Más de 50 pasajeros del crucero alemán Mein Schiff 1 quedaron flotando en el Mar Caribe después de que su catamarán de excursión se hundiera debido a una rotura en el casco.
Afortunadamente, todos fueron rescatados ilesos gracias a una rápida respuesta de las autoridades locales. La embarcación de 12 metros, bautizada Boca de Yuma 1, había partido desde el muelle de Embat para realizar un recorrido al atardecer frente a las costas de la Bahía de Samaná. El grupo, que incluía a muchos pasajeros ancianos y niños, estaba contemplando la puesta de sol sobre la República Dominicana cuando se produjo una fuga que inundó la embarcación y provocó que se hundiera rápidamente entre las 15:00 y las 15:30 hora local del domingo 9 de noviembre.
Imágenes y fotografías dramáticas que circulaban en las redes sociales mostraban a docenas de turistas con chalecos salvavidas balanceándose en aguas infestadas de tiburones mientras llegaban los equipos de rescate. La Armada y la Defensa Civil dominicanas coordinaron la operación, con unidades navales brindando apoyo logístico, comunicación y asistencia operativa. Otros barcos del operador turístico trasladaron a los pasajeros a la orilla de forma segura.
Ningún pasajero resultó gravemente herido
“Nadie resultó herido y todos los ocupantes fueron rescatados con vida”, dijo Ramón Liriano, director provincial de Protección Civil, destacando que todos portaban chalecos salvavidas y se siguieron los protocolos de seguridad. La causa exacta del daño interno al casco sigue siendo investigada por expertos, añadió.
TUI Cruises, el operador del Mein Schiff 1, confirmó el incidente y afirmó que los representantes están en conversaciones con el proveedor de excursiones y la policía local para determinar la causa raíz. Un pasajero, hablando con el medio alemán RTL, describió la terrible experiencia como aterradora y afirmó que “el personal del crucero no atendió a los pasajeros asustados” inmediatamente después del rescate.
La Armada dominicana elogió la rápida respuesta de emergencia y dijo que la tripulación del catamarán emitió una señal de socorro de inmediato, evitando cualquier escalada hacia la tragedia. El incidente revela un escrutinio continuo de la seguridad de las excursiones en lugares turísticos populares del Caribe, aunque las autoridades enfatizaron que las regulaciones marítimas desempeñaron un papel clave para lograr un resultado positivo.