lunes, diciembre 1, 2025

Un descubrimiento que lo cambia todo: científicos andaluces encuentran un sistema planetario nunca antes visto

MundoUn descubrimiento que lo cambia todo: científicos andaluces encuentran un sistema planetario nunca antes visto

Representación artística de TOI-2267. Crédito: Mario Sucerquia / Univ. Alpes de Grenoble.

Es posible que la astronomía nunca vuelva a ser la misma. Un equipo de astrofísicos de Andalucía ha identificado algo que, hasta hace poco, muchos pensaban que simplemente no podía existir: tres planetas del tamaño de la Tierra orbitando no una, sino dos estrellas al mismo tiempo.

El hallazgo, ahora publicado en la revista. Astronomía y Astrofísicaya se describe como un momento decisivo en nuestra comprensión de cómo se forman los mundos.

Durante décadas, los sistemas estelares binarios (donde dos soles orbitan entre sí) se consideraban demasiado caóticos para que se desarrollaran planetas. Se creía que el tira y afloja gravitacional entre ambas estrellas alteraba el tipo de órbitas estables necesarias para que los planetas sobrevivieran. En resumen, si un sistema solar tuviera dos solesno se suponía que tuviera planetas como el nuestro.

Pero la naturaleza acaba de reescribir el libro de reglas.

Un sistema solar que no debería existir, pero existe

El sistema en cuestión se llama TOI-2267 y se encuentra a unos 190 años luz de distancia. En su centro hay dos estrellas pequeñas y frías, clasificadas aproximadamente como enanas de tipo M, que orbitan muy juntas. Para ponerlo en perspectiva, la distancia entre las dos estrellas es sólo ocho veces la distancia entre la Tierra y nuestro propio Sol, que es increíblemente compacto según los estándares cósmicos.

Y, sin embargo, alrededor de estos soles gemelos hay tres planetas con tamaños similares a los de la Tierra. Orbitan en trayectorias cortas y estrechas, lo que significa que sus “años” son mucho más cortos que los nuestros.

Francisco J. Pozuelos, uno de los codirectores del estudio en el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), describe TOI-2267 como “el sistema binario más compacto y frío conocido que alberga planetas del tamaño de la Tierra”. Es más, los científicos pudieron observar los planetas pasando frente a ambas estrellas, una rara e importante confirmación de que los planetas realmente orbitan alrededor de la pareja, no solo de una de ellas.

Este detalle por sí solo hace de TOI-2267 algo único en el universo conocido.

También desafía lo que muchos científicos planetarios pensaban que era posible. Si los planetas pueden formarse en el caos gravitacional de un sistema binario tan reducido, entonces la gama de entornos donde podrían existir planetas (y posiblemente vida) es de repente mucho más amplia de lo esperado.

Ciencia con fuerte sello andaluz

Parte de lo que hace que este descubrimiento resuene es que no sólo es científicamente impresionante, sino que también es un logro local para Andalucía.

El equipo de investigación se basó en gran medida en la tecnología desarrollada en el IAA-CSIC, en particular una herramienta de software llamada SHERLOCK. Diseñado para buscar datos del satélite TESS de la NASA (que monitorea miles de estrellas en busca de señales de planetas en órbita), SHERLOCK fue clave para detectar dos de los planetas antes que cualquier otro equipo en el mundo. Esa detección temprana dio a los investigadores más de un año de ventaja para confirmar el sistema.

A partir de ahí, el equipo llevó a cabo observaciones de seguimiento utilizando el Observatorio de Sierra Nevada y telescopios pertenecientes a las redes SPECULOOS y TRAPPIST, proyectos internacionales coordinados en parte por la Universidad de Lieja.

Sebastián Zúñiga-Fernández, otro coautor que trabaja con el equipo, señala que TOI-2267 sirve ahora como «un campo de pruebas natural para superar los límites de los modelos de formación planetaria». En términos más simples, este sistema permite a los investigadores hacer preguntas que antes no tenían pruebas para formular.

En los próximos años, los científicos planean utilizar herramientas más avanzadas –incluido el Telescopio Espacial James Webb– para examinar las atmósferas, densidades y composiciones de los planetas. Si resulta que incluso uno de estos planetas tiene condiciones favorables para el agua líquida, la conversación pasa de “mundos posibles” a vida posible.

Una puerta se abre a nuevas posibilidades.

El peso emocional del descubrimiento reside en lo que sugiere: que el universo puede ser mucho más adaptable e inventivo de lo que alguna vez creímos.

Durante años, los astrónomos asumieron que los planetas aptos para la vida necesitaban soles tranquilos y estables. TOI-2267 desafía eso. Muestra que incluso en entornos que pensábamos que eran demasiado extremos, los planetas pueden formarse y sobrevivir.

Este descubrimiento no prueba que exista vida en otros lugares. Pero sí amplía el mapa de dónde está la vida. podría ser.

Y en astronomía ampliar el mapa lo es todo.


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