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La marca deportiva alemana Puma vio subir el precio de sus acciones más del 14% el jueves por la mañana después de un informe de que la china Anta Sports está explorando una adquisición.
Horas antes de que sonara la campana de apertura en Frankfurt, Bloomberg News informó que Anta, que cotiza en Hong Kong, había estado trabajando con un asesor para evaluar una oferta por Puma. La empresa puede asociarse con una firma de capital privado si decide seguir adelante con una oferta.
Anta no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios de Euronews, mientras que Puma declinó hacer comentarios.
El informe de Bloomberg añadió que otros posibles postores podrían incluir al grupo chino de ropa deportiva Li Ning, que ha estado discutiendo opciones de financiación con bancos, o empresas japonesas de ropa deportiva como Asics.
Asics no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de Euronews.
En una declaración enviada por correo electrónico, un portavoz de Li Ning dijo que la compañía «sigue comprometida con su estrategia central de ‘Marca única, múltiples categorías, canales diversificados’ y continuará enfocándose en el crecimiento y desarrollo de la marca Li Ning».
«Hasta el momento, la compañía no ha participado en ninguna negociación o evaluación sustancial sobre la transacción mencionada en las noticias», dijeron.
El interés de adquisición se produce en un momento en que Puma, que empleaba a unos 20.000 trabajadores a tiempo completo a principios de 2025, está atravesando un período financiero difícil.
La marca alemana ha perdido más de tres cuartas partes de su valor de mercado en los últimos cinco años mientras lucha por retener terreno en la competitiva industria de la ropa deportiva.
Los aranceles estadounidenses sobre China y Vietnam, principales bases manufactureras de Puma, están creando una incertidumbre considerable y erosionando los márgenes de ganancias.
Los analistas también han criticado la marca de la empresa, ya que tardó en adaptarse a la moda de las zapatillas retro, destacando sus zapatos Palermo y Speedcat después de que Adidas ya había entrado en el mercado con sus zapatillas Samba y Gazelle.
“En medio de la actual volatilidad geopolítica y macroeconómica, Puma anticipa que los desafíos tanto del sector como de los específicos de la empresa afectarán significativamente el desempeño durante el resto de 2025”, dijo Puma en su informe de ganancias del tercer trimestre. «Los factores clave incluyen un débil impulso de la marca, cambios en la combinación de canales y la calidad, el impacto de los aranceles estadounidenses y niveles elevados de inventario».
El director ejecutivo Arthur Hoeld, nombrado en primavera como parte de un esfuerzo de reestructuración, está impulsando una iniciativa de transformación, con la esperanza de que la empresa vuelva a crecer para 2027.
Para lograr esta ambición, Puma anunció 900 recortes de empleos en octubre, que se suman a los 500 despidos reportados a principios de año.
Además de reducir la gama de productos de la empresa, Hoeld también busca cambiar la estrategia mayorista de la empresa, impulsando las ventas directas a los consumidores en lugar de centrarse en las ventas a minoristas de descuento.
De cara al futuro, un obstáculo importante para la adquisición de Puma podría venir en forma de resistencia de la multimillonaria familia Pinault de Francia.
Artémis, un holding propiedad de la familia Pinault, posee alrededor del 29% de Puma, adquirida a Kering en 2018.
A principios de este año, Artémis dijo que estaba considerando todas las opciones para la participación en Puma.