La policía está patrullando cerca de la zona de la estación de tren de Girona después de que un hombre fuera detenido por escupir, incluso a un niño de cinco meses. Crédito: Fotos PP/Shutterstock
Un nigeriano de 42 años ha sido detenido por los Mossos d’Esquadra en Girona tras, presuntamente, escupir en la cara a un bebé de cinco meses mientras estaba con su madre.
Según la policía local, ahora se vincula al mismo individuo con al menos siete ataques similares contra mujeres jóvenes.
Un patrón de incidentes inquietantes
Según La Gaceta, el primer ataque habría ocurrido el 1 de agosto en la zona de Fontajau. Con el paso de las semanas, se produjeron más incidentes: el 17 de agosto en la calle Ramences, el hombre supuestamente escupió a una joven a primera hora de la mañana. El 1 de octubre habría escupido a una madre que llevaba un niño en la calle Ramón Muntaner y pocos días después golpeó a una mujer en Canalejas, esta vez escupiéndole los pies.
El 15 de octubre otra mujer fue atacada en el barrio de Vila-roja, seguido de incidentes el 20 y 21 de octubre en diferentes puntos de Girona. En cada caso, según testigos y policías, el hombre hizo “gestos hostiles” antes o después del acto.
El ataque de un bebé provoca protestas
La detención se produjo por el incidente más impactante: el hombre supuestamente escupió en la cara a un bebé de cinco meses mientras ella estaba con su madre cerca de la estación de tren de Girona. La madre del bebé acudió posteriormente a un centro de atención primaria para realizarse pruebas como medida de precaución, aunque de inmediato no se confirmó ninguna lesión física.
Consecuencias legales y reacción pública
Las autoridades han acusado al hombre de trato degradante o humillante. Se espera que pronto se enfrente a un proceso judicial.
El alcalde de Girona, Lluc Salellas, dice que la ciudad ha intensificado la presencia policial en las zonas cercanas a la estación de tren, trabajando en coordinación con la Policía Nacional y la Fiscalía para evitar agresiones similares.
Investigación en curso
La policía ha reabierto varias denuncias cerradas, investigando si hay más víctimas además de las ocho reportadas. Los Mossos d’Esquadra también indican que están explorando si hubo otros casos no denunciados, que pudieran implicar problemas de salud mental, aunque no se ha confirmado ningún diagnóstico ni conclusión formal.
Preocupación de la comunidad
Los residentes locales han expresado conmoción y preocupación por la aleatoriedad y el descaro de los ataques. Muchos exigen medidas de seguridad pública más estrictas, mientras que las autoridades alientan a cualquiera que tenga información o informes adicionales a presentarse.
A medida que avanza el proceso judicial, las autoridades de Girona enfrentan el desafío de restaurar una sensación de seguridad, particularmente para las mujeres, los padres y las familias que caminan por las calles de la ciudad.