lunes, diciembre 1, 2025

Misterio espacial: un radiodetective aficionado detecta señales secretas de los satélites militares SpaceX

MundoMisterio espacial: un radiodetective aficionado detecta señales secretas de los satélites militares SpaceX

La red secreta Starshield de SpaceX está planteando nuevas preguntas después de que se detectaran señales de radio inesperadas desde la órbita. Crédito: Solos, Shutterstock

Cuando los entusiastas del espacio instalan antenas en sus jardines traseros, generalmente esperan captar señales de satélites meteorológicos conocidos o tal vez rastrear la Estación Espacial Internacional mientras recorre el cielo nocturno. Lo que no esperan es toparse con mensajes de radio de una flota clasificada del gobierno de EE. UU. que rodea silenciosamente la Tierra.

Pero eso es exactamente lo que sucedió, y el descubrimiento ha comenzado a causar revuelo en toda la comunidad científica.

Se detectan transmisiones inesperadas y nadie explica por qué

Scott Tilley, un aficionado canadiense conocido por redescubrir un satélite de la NASA que alguna vez se pensó perdido, estaba escaneando frecuencias recientemente cuando notó algo extraño: una señal de radio donde simplemente no debería haberla.

Una zona tranquila del espectro, normalmente reservada para la comunicación entre la Tierra y el satélite, de repente cobró vida con el tráfico que venía en sentido contrario, desde la órbita hasta nosotros.

«Me sorprendió escuchar algo», dijo a sus compañeros observadores.
Y no estaba solo. Otros rastreadores independientes comprobaron sus registros. Mismo resultado.

Las señales se remontaban a Starshield, una rama encubierta del imperio satelital de SpaceX diseñada exclusivamente para uso gubernamental y militar de EE. UU., prima de la red civil Starlink, mucho más grande.

Más de 170 satélites parecen estar transmitiendo en esta banda prohibida. Lo que es aún más preocupante es que lo han estado haciendo de forma rutinaria, no por accidente ni durante las pruebas.

¿Por qué estos satélites hablan en frecuencias prohibidas?

Las normas internacionales son estrictas en lo que respecta al uso de la radio por satélite. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), una agencia de las Naciones Unidas, asigna cada frecuencia para un propósito específico. La actividad de Starshield no coincide con los permisos registrados.

Los expertos dicen que no se trata de un descuido trivial.

El radioastrónomo Benjamin Winkel, hablando con Live Science, confirmó que las transmisiones no están autorizadas para esta dirección de comunicación, una posible violación que plantea preocupaciones tanto regulatorias como técnicas.

Entonces, ¿por qué utilizar esta banda?

Hay teorías:

  • Sigilo: menos tráfico significa menos gente escuchando
    • Libertad operativa: los sistemas militares a menudo son llevados al límite
    • Actitud de “arreglarlo después”: actuar primero, negociar después

Kevin Gifford, de la Universidad de Colorado, señaló que hasta el momento no se ha registrado públicamente ninguna interferencia perjudicial. Pero si una constelación tan grande sigue transmitiendo de esta manera, el riesgo aumentará: miles de dispositivos en órbita ya están luchando por un espacio de señal limpio.

Starshield: el silencioso ascenso de las megaconstelaciones militares

No hace mucho, la mayoría de los satélites de defensa eran enormes, caros y limitados en número. Starshield invierte ese modelo por completo.

Con el respaldo de un contrato de 1.800 millones de dólares, SpaceX ha estado lanzando satélites a un ritmo que sólo un gigante privado podría manejar. Se cree que muchos de ellos son operados por la Oficina Nacional de Reconocimiento (NRO), una de las agencias de inteligencia más secretas de Estados Unidos.

Pequeños, numerosos y rápidos de reemplazar: estos satélites pueden:

  • Transmitir datos tácticos cifrados
    • Apoyar la vigilancia de la Tierra.
    • Resistir ataques por pura redundancia

Un ex general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, Terrence O’Shaughnessy, ahora supervisa el programa, lo que subraya cómo la línea entre Silicon Valley y el Pentágono prácticamente ha desaparecido.

Ésta es la nueva carrera espacial: no exploración, sino dominación.

¿Nos dirigimos hacia un cielo abarrotado –y disputado–?

En este momento, más del 60% de todos los satélites activos pertenecen a SpaceX. Y ese número crece cada mes.

Algunas proyecciones estiman que para 2050, más de 100.000 satélites SpaceX podrían estar orbitando la Tierra.

Esto presenta tres grandes desafíos:

  • Congestión orbital: más riesgo de colisiones
  • Conflicto de espectro: menos frecuencias limpias para uso científico y civil
  • Dependencia estratégica: una empresa que ejerce un enorme poder espacial

Entonces, cuando las señales comienzan a aparecer donde no deberían, es más que un descubrimiento peculiar. Es una advertencia de que el marco regulatorio construido para una era diferente está luchando por mantenerse al día.

Escuchando el futuro

Por ahora, no hay ninguna conspiración confirmada: ningún escándalo, ningún enfrentamiento. Sólo preguntas. Los muy grandes.

¿Qué están haciendo exactamente estos satélites?
¿Por qué transmiten de esta manera?
¿Y quién, si es que hay alguien, los mantiene bajo control?

Una cosa es segura: el espacio sobre nuestras cabezas está cambiando más rápido de lo que podemos regular y, a veces, hace falta un aficionado dedicado con una antena parabólica para darse cuenta.


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