jueves, noviembre 6, 2025

¿El regreso del Concorde? El X-59 de la NASA vuela sin el boom sónico

Mundo¿El regreso del Concorde? El X-59 de la NASA vuela sin el boom sónico

El X-59 de la NASA despega en su primer vuelo de prueba, marcando una nueva era de viajes supersónicos silenciosos. Crédito: Lockheed Martin

Por primera vez en más de dos décadas, la barrera del sonido se ha vuelto a romper, esta vez casi en silencio.

El elegante avión experimental de la NASA, el X-59, completó su primer vuelo, reavivando las esperanzas de recuperar los viajes supersónicos de pasajeros sin el rugido ensordecedor que una vez anuló el sueño.

El avión, desarrollado con la división Skunk Works de Lockheed Martin, despegó de Palmdale, California, para una prueba breve pero simbólica. Es el primer vistazo real de en qué ha estado trabajando la NASA desde 2016: un avión que podría volver a hacer posible los viajes a alta velocidad, solo que sin el trueno que hizo que el Concorde fuera tan controvertido.

Una respuesta más silenciosa al trueno del Concorde

Cuando el Concorde surcó los cielos en las décadas de 1980 y 1990, era la definición de viaje futurista: volar de Londres a Nueva York en menos de cuatro horas. Pero ese progreso tuvo un costo: un estallido sónico de 110 decibelios que podría sacudir edificios y hacer temblar los nervios. Ese ruido finalmente llevó a restricciones a los vuelos supersónicos sobre tierra y ayudó a sellar el destino del Concorde después de su último vuelo en 2003.

Ahora, más de veinte años después, la NASA espera que el X-59 QueSST (abreviatura de Tecnología supersónica silenciosa – puede tener éxito donde fracasó el Concorde. Su objetivo es reducir ese boom a sólo 75 decibeles, aproximadamente el sonido de la puerta de un automóvil al cerrarse.

Durante su vuelo inaugural, el avión se mantuvo muy por debajo de su futura velocidad de crucero de Mach 1,4 (alrededor de 1.485 km/h), navegando suavemente a unos 385 km/h para probar sus sistemas y controles. La siguiente fase de pruebas tendrá lugar en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA, cerca de la Base de la Fuerza Aérea Edwards, donde el avión finalmente intentará alcanzar velocidades supersónicas.

Un avión diseñado para silenciar el cielo

A primera vista, el X-59 parece sacado directamente de una película de ciencia ficción. Su morro largo y puntiagudo ocupa casi un tercio del avión y está diseñado específicamente para propagar ondas de choque y suavizar el estallido sónico que normalmente se produce cuando un avión rompe la barrera del sonido.

También es uno de los pocos aviones en la historia cuyo piloto no puede ver directamente hacia adelante. En lugar de una ventana de cabina tradicional, el X-59 utiliza un sistema de visión externa 4K compuesto por cámaras de alta resolución que proyectan una vista en vivo de lo que se avecina.

El avión está propulsado por un motor General Electric F414-GE-100, el mismo tipo que se utiliza en los aviones de combate modernos, aunque éste se encuentra encima del avión en lugar de debajo. Ese diseño ayuda a mantener la parte inferior lisa y reduce el ruido. Otras piezas se toman prestadas de diferentes aviones militares, una forma práctica de reducir costes y acelerar el desarrollo.

Una nueva era de velocidad silenciosa

El próximo desafío de la NASA no es sólo técnico: es psicológico. La agencia planea volar el X-59 sobre comunidades seleccionadas en los EE. UU. y pedir a los residentes que describan lo que escuchan. Si el sonido es lo suficientemente bajo, los reguladores podrían finalmente levantar la prohibición de los vuelos supersónicos sobre tierra, algo que ha estado vigente durante más de medio siglo.

Si eso sucede, podría abrir la puerta a una nueva generación de aviones comerciales de alta velocidad, capaces de transportar pasajeros alrededor del mundo en un tiempo récord, sin molestar a los que están en tierra.

Sean Duffy, administrador interino de la NASA, dijo después del exitoso vuelo: «El X-59 es un símbolo de innovación y determinación. Muestra lo que sucede cuando traspasamos los límites, no sólo más rápido, sino también más inteligente y silencioso».

Han pasado más de 20 años desde que el mundo dijo adiós al Concorde. Ahora, con el X-59 de la NASA en el aire, esa despedida podría no ser para siempre después de todo.


Artículos más populares