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El precio de los bonos franceses cayó el lunes por la mañana y los rendimientos aumentaron cuando los inversores exigieron una prima más alta para mantener deuda pública. El rendimiento de los bonos a diez años ascendió al 3,388%, frente al 2,593% de Alemania.
A pesar del entusiasmo que siguió al éxito del gobierno francés al aprobar un presupuesto la semana pasada, el país recibió una inesperada rebaja de una de las principales agencias de calificación crediticia el viernes.
S&P Global Ratings consideró que la deuda de la segunda economía más grande de Europa es más riesgosa que antes, debido a la «elevada incertidumbre sobre las finanzas públicas».
La agencia rebajó la calificación del país de «AA-» a «A+» con perspectiva estable.
La decisión de S&P Global Ratings se anticipaba, pero el momento fue una sorpresa, ya que la agencia había planeado publicar veredictos a finales de noviembre.
S&P Global Ratings dijo en un comunicado que esperaba que se cumpliera el objetivo de déficit presupuestario del gobierno general para 2025 del 5,4% del PIB. También pronostica un progreso más lento de lo esperado en materia de consolidación presupuestaria en los próximos años.
«Esperamos que la deuda bruta del gobierno general alcance el 121% del PIB en 2028, en comparación con el 112% del PIB a finales del año pasado», dijo el grupo.
El ministro francés de Economía, Roland Lescure, dijo que la decisión de rebajar la calificación era “un llamado a la claridad, la responsabilidad y la seriedad”, en una entrevista con Franceinfo el sábado. El ministro también pidió a los legisladores que trabajen juntos para hacer frente a la acuciante amenaza financiera.
El 14 de octubre, el recién reelegido Primer Ministro, Sébastien Lecornu, presentó a la Asamblea Nacional una propuesta de presupuesto para 2026. El parlamento tiene hasta el 23 de diciembre para debatir y modificar la legislación.
Lescure también afirmó: «Realmente depende de nosotros, tanto el gobierno como el Parlamento, convencer a los observadores para que sigan tranquilizando a los inversores y a las agencias de calificación».
La calificación crediticia de Francia fue rebajada por Fitch Ratings en septiembre, y la agencia citó la creciente inestabilidad política y la incertidumbre sobre las finanzas públicas.
La agencia con sede en Estados Unidos recortó la calificación de Francia de “AA-” a “A+”, advirtiendo también que la deuda de Francia seguirá aumentando hasta al menos 2027 si no se toman medidas decisivas.