Usha Vance dijo que su visita demostrará esfuerzos para celebrar «la larga historia de respeto mutuo y cooperación» entre Estados Unidos y Groenlandia.
La segunda dama Usha Vance viajará a Groenlandia con su hijo y una delegación estadounidense a finales de esta semana, en medio del interés del presidente Donald Trump en adquirir el territorio autónomo de Dinamarca.
Saldrán el jueves y regresarán el sábado. Su oficina declaró que Vance y la delegación «están entusiasmados de presenciar esta raza monumental y celebrar la cultura y la unidad de Groenlandia».
Su visita se produce después de que el presidente Donald Trump sugirió que Estados Unidos debería tomar el control del territorio semiautónomo de Dinamarca como una forma de fortalecer la seguridad nacional e internacional.
El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, ha cuestionado el motivo detrás de la visita de Vance.
Egede expresó específicamente las preocupaciones sobre el asesor de seguridad nacional Mike Waltz, posiblemente uniéndose a la delegación a Groenlandia, diciendo que la presencia de Waltz podría solidificar la idea de adquisición de Trump.
«¿Qué está haciendo el asesor de seguridad en Groenlandia? El único propósito es mostrar una demostración de poder para nosotros, y la señal no debe ser malinterpretada», dijo el líder de Groenlandia.
La Casa Blanca aún no ha confirmado la visita de Waltz a Groenlandia y no respondió a una solicitud de comentarios por hora de publicación.
Egede dijo que, como el asesor más cercano de Trump, la presencia de Waltz en Groenlandia «ciertamente hará que los estadounidenses crean en la misión de Trump» y «la presión aumentará después de la visita».
Groenlandia tiene su propio gobierno y parlamento. Su ubicación estratégica cerca del Ártico hace que la isla sea vital cuando se trata de monitorear la seguridad en la región del Polo Norte. También es el hogar de una gran base de la fuerza espacial de los Estados Unidos.
«Creo que sucederá», dijo Trump a los periodistas. «Necesitamos eso para la seguridad internacional».
El Ártico es el camino más corto para los misiles balísticos intercontinentales entre Estados Unidos y Rusia, Corea del Norte y China, lo que hace de Groenlandia un puesto crítico en medio de rivalidades de poder globales en ascenso.
Dinamarca y Estados Unidos están obligados por el Acuerdo de Defensa de 1951, que otorga el control exclusivo de Washington sobre algunas de las zonas de defensa de Groenlandia y la capacidad de mejorar la vigilancia estadounidense de las aguas árticas, fundamental para la estrategia ártica de la OTAN.
Durante el primer mandato de Trump, su administración trató de fortalecer los lazos con Groenlandia en un intento por contrarrestar la actividad del Ártico chino y ruso comunista.
Todos los partidos políticos en Groenlandia quieren independencia de Dinamarca, pero tienen diferentes propuestas sobre cómo lograrlo.
Se estima que la isla tiene más de 41,000 votantes, con una población total de poco menos de 56,000.
Naveen Athrapply, Emel Akan y Reuters contribuyeron a este informe.