Por primera vez desde Bretton Woods, una coalición de grandes economías está intentando derrocar el dominio del dólar estadounidense, no mediante la confrontación, sino mediante la cooperación. El dólar estadounidense ha sido la moneda de reserva más dominante en el comercio y las finanzas mundiales desde la Segunda Guerra Mundial. Pero hoy, un bloque BRICS de 10 miembros busca desarraigar el dominio del dólar estadounidense mediante la desdolarización.
Si bien la iniciativa de desdolarización de los BRICS ha cobrado impulso, ¿hasta qué punto puede la alianza hacer avanzar la agenda? En este artículo, exploraremos las limitaciones de la idea del mundo multipolar. Crear sistemas financieros paralelos es fácil, pero mantenerlos sin afectar su crecimiento económico es un desafío.
Agenda de desdolarización: ¿hasta dónde pueden llegar los BRICS?
La alianza BRICS ya ha puesto de relieve la agenda de desdolarización en el escenario financiero global. Esto incluye:
- Liquidación de pagos comerciales en moneda local.
- Reescribir acuerdos comerciales para beneficiar a ambas partes y no depender del dólar estadounidense.
- El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) está emitiendo bonos en monedas locales.
- El BND está desembolsando préstamos en monedas locales.
- Iniciar swaps de divisas para reducir la dependencia del dólar estadounidense.
- Creando opciones de pago alternativas como CIPS (China), SPFS (Rusia) y UPI (India), entre otras.
- Se están gestando conversaciones sobre una moneda BRICS, pero aún no han visto la luz.
- Los bancos centrales de los países BRICS han estado acumulando oro y diversificando sus reservas.
Entonces, ¿qué sigue? ¿Puede llegar más lejos?
Si bien la base de la agenda de desdolarización formada por los BRICS es sólida, la estructura sigue siendo débil. La debilidad proviene de su incapacidad para unirse y romper barreras políticas. Las agendas geopolíticas de India y China no se alinean y estallan cada año. La relación entre los Emiratos Árabes Unidos e Irán es compleja, con fricciones de larga data sobre tres islas del Golfo Pérsico.
Volviendo a preguntar hasta dónde pueden llegar los BRICS con la desdolarización dependerá de la profundidad de sus mercados. El dólar estadounidense tiene liquidez y estabilidad, y la mayoría de las finanzas mundiales están vinculadas a él. Las monedas locales de los países BRICS, como el yuan chino, el rublo ruso y la rupia india, no son libremente convertibles y la mayoría se retiran bajo la presión del volátil mercado de divisas.
Las monedas locales no pueden soportar la volatilidad del mercado
Dado que sus monedas locales no pueden soportar la volatilidad, no es una opción viable para los comerciantes. Los bienes de consumo y las materias primas mundiales, especialmente en el sector de importación y exportación, no pueden depender de estas monedas. La liquidez limitada puede paralizar el flujo de negocios, provocando una interrupción en la fabricación y el envío. La agenda de desdolarización de los BRICS no puede estar a la altura de estos requisitos ya que las monedas locales no cumplen con los criterios del mercado.
En conclusión, la agenda de desdolarización de los BRICS no puede llegar muy lejos a menos que la alianza se centre primero en convertir sus respectivas economías en «países desarrollados». Seguir siendo una economía del tercer mundo y desafiar un sistema centenario es sólo una ilusión. Ni siquiera consideramos el desafío que Estados Unidos y Occidente plantearían aquí.